lunes, 13 de agosto de 2007

Preludio a la carne: volver a la naturaleza


Al borde de un cambio
Fanático, cautivo
Un tanto silencioso de si mismo
Que no deja huella alguna de su persona.
La sombra dispareja en su suelo
Y el reflejo en sus ojos de edad consumada
Que no dejan huella alguna de su persona
Ni de su vida.

El cielo se torna de gris asustado
Y pálido el camino, que sin fuerzas hay que caminar
Entre piedras, silenciosas
Vastos navíos de sierra natural.
Y el mar que os acoge al final, sordos hombres!
Todo se torna asustado
Que hasta las olas desanimadas de si mismas
Generan espasmos de plenitud matinal.

Como tomar vuestra senda, ingrato animal
Si entre espinas y rocas, demuestras ser feliz .
No basta con herir tu cuerpo y dejar un sucio hedor
De saliva enferma y malgastada.
Mirad ese cielo, ojos machacados!
Deja atrás el mar que os espía y renuncia
Abandona todo lo que puedas .

Muy cerca,
Muy cerca de aquí brillará la carne consumida
En zumos de hierbas y sales cristalinas
El hombre que en pie se mantenía triste
En compañía de muertas silenciosas.
Ahora, ahogado en órganos sabios y marchitos
Que no dejan huella alguna de su persona
Ni de su vida, ni de sus pecados.

2 comentarios:

FER /\ dijo...

Haaaay tay todo bloger ahora XD ta piola el blog, los dioses quieran q se incremente el material aquí para leer derrepente algo interesante...


ya eso no más


Cuidate



CARIÑOS FER /\

Mane dijo...

buena catacumba. bacan el blog.